Lucio Anneo Séneca, fue un filósofo, político y escritor romano.
- Hace falta toda una vida para aprender a vivir.
- Necesarios son nuevos favores de la fortuna para conservar la felicidad.
- Las dificultades fortalecen la mente, como el trabajo lo hace con el cuerpo.
- Contra la ira, dilación.
- La armonía total de este mundo está formada por una natural aglomeración de discordancias.
- La amistad y la enemistad proceden de la voluntad.
- A veces, incluso el vivir es un acto de valor.
- Con gran peligro se guarda lo que a muchos agrada.
- No hay más calma que la engendrada por la razón.
- Bueno es tener fama, pero más seguro es tener dinero.
- La felicidad no mira de dónde nace, sino a dónde puede llegar.
- Dos veces vence el que en la victoria se vence a sí.
- i os sujetáis a la naturaleza, nunca seréis pobres; si os sujetáis a la opinión, nunca seréis ricos.
- Ajeno es todo lo que nos viene en deseo.
- El peor enemigo es el traidor.
- Desgracia imprevista nos hiere más fuertemente.
- El que siempre busca grandezas, alguna vez la encuentra.
- Más dañosa es la abundancia que viene sobre gran codicia.
- Ofensa hace a los buenos el que a los malos perdona.
- Las buenas costumbres se conforman unas con otras, y por eso duran.
- Cruel es quien al afligido reprende.
- Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías; breve y eficaz por medio de ejemplos.
- Lo más importante de la curación consiste en querer ser curado.
- Cuando el sol se eclipsa para desaparecer se ve mejor su grandeza.
- Es mejor aprender cosas inútiles que no aprender nada.
- La amistad siempre es provechosa; el amor a veces hiere.
- La tristeza, aunque esté siempre justificada, muchas veces sólo es pereza. Nada necesita menos esfuerzo que estar triste.
- No hay viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige.
- El que es prudente es moderado; el que es moderado es constante; el que es constante es imperturbable; el que es imperturbable vive sin tristeza; el que vive sin tristeza es feliz; luego el prudente es feliz.
- En obligación nos pone de dar el haber dado.
- Flaqueza es temer lo que nunca experimentamos.
- Virtuosa cosa es perdonar a quien se arrepiente.
- El precio de la virtud es ella misma.
- Muchas veces la pasión nos ata la lengua.
- Consuelo es en las grandes desgracias el que no pueda sobrevenir otra mayor.
- Igual virtud es moderarse en el gozo que moderarse en el dolor.
- El miedo se pinta en el rostro.
- Más veces es adversa que próspera fortuna.
- La carencia de una cosa le da precio.
- No todas las cosas están bien a todos.
- Mal se agradece lo que mal se dio.
- Prueba es de virtud el desagradar a los malvados.
- No es pobre el que tiene poco, sino el que mucho desea.
- Ningún descubrimiento se haría ya, si nos contentáramos con lo que sabemos.
- No interesa el que leas muchos libros, más interesa mucho el que sean buenos los que leas.
- Ninguno desea darse tristeza a sí mismo.
- Mucha parte de la verdad está por descubrir.
- Confiesa el delito el que huye del juicio.
- El que llamas muerto, no murió, mas partió primero.
- No podemos evitar las pasiones, pero sí vencerlas.
- A los que con armas vencen, los vencen muchas veces los vicios.
- Lo que las leyes no prohíben, puede prohibirlo la honestidad.
- Injusto es hacer mal al que menos veces te lo hizo.
- Cada día debemos juzgarlo una nueva vida.
- Nunca es demasiado publicar lo que es necesario que se sepa.
- Es tan grande el placer que se experimenta al encontrar un hombre agradecido que vale la pena arriesgarse a hacer un ingrato.
- Hasta de males hay ambición.
- Debe esperarse la muerte que la naturaleza ordena.
- La voluntad es la que da valor a las cosas pequeñas.
- Si pesan las opiniones, no las cuentes.
- Tanto más crece el esfuerzo, cuanto más consideramos la grandeza de lo emprendido.
- Ingrato es el que por miedo es agradecido.
- Ninguna esperanza queda de virtud, cuando no solamente deleitan los vicios, sino que se aprueban.
- Mejor sufre el mal quien siempre le teme.
- La ira, si no es refrenada, es frecuentemente más dañina para nosotros que la injuria que la provoca.
- Vende su propia voluntad el que recibe ajeno beneficio.
- Reino en lugar ajeno no está seguro.
- Mejor es la salud que nunca se perdió.
- El sabio no castiga por venganza de lo pasado, sino por remedio de lo venidero.
- El que recibe lo que no puede pagar, engaña.
- Sé útil primero a los demás, si quieres ser útil a ti mismo.
- Lo que diferencia al hombre del resto de animales, es su capacidad de perfeccionamiento.
- No existe ningún gran genio sin un toque de demencia.
- Decir lo que sentimos. Sentir lo que decimos. Concordar las palabras con la vida.
- No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas.
- No es beneficio el que nos obliga a recibir.
- Muchos abrían podido llegar a la sabiduría si no se hubiesen creído demasiado sabios.
- El que no quiera vivir sino entre justos, viva en el desierto.
- Todo lo debemos consultar con el amigo, más primero debemos consultar si lo es.
- Merece salir engañado el que, al hacer un beneficio, tenía cuenta con la recompensa.
- Más dura la memoria de las injurias recibidas que de los beneficios.
- No es necesaria la fortuna para sólo subsistir.
- No hay mayor causa para llorar que no poder llorar.
- La ira: un ácido que puede hacer más daño al recipiente en la que se almacena que en cualquier cosa sobre la que se vierte.
- Lo que de raíz se aprende, nunca del todo se olvida.
- Para ser feliz hay que vivir en guerra con las propias pasiones y en paz con las de los demás.
- Desdichado es el que por tal se tiene.
- Feas palabras, aun livianamente dichas ofenden.
- Muchas veces es valor el conservar la vida.
- La esclavitud más denigrante es la de ser esclavo de uno mismo.
- El valor es siempre ambicioso de peligros.
- Los hombres aman sus vicios y al mismo tiempo los odian.
- Un solo bien puede haber en el mal: la vergüenza de haberlo hecho.
- Prefiero molestar con la verdad que complacer con adulaciones.
- Con facilidad se adquiere lo preciso para la vida.
- No es que tengamos poco tiempo, es que perdemos mucho.
- El único obstáculo de la vida es la espera del mañana y la pérdida del día de hoy.
- Si quieres que tu secreto sea guardado, guárdalo tú mismo.
- Sin razón se queja del mar el que otra vez navega.
- Procuramos olvidar lo que, traído a la memoria, nos entristece.
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