San Agustín
(354-430) Agustín de Hipona. Obispo, filósofo y Padre de la Iglesia Latina. Autor prolífico,
dedicó gran parte de su vida a escribir sobre filosofía y teología, siendo Confesiones y La ciudad de Dios sus obras más destacadas.
(354-430) Agustín de Hipona. Obispo, filósofo y Padre de la Iglesia Latina. Autor prolífico,
dedicó gran parte de su vida a escribir sobre filosofía y teología, siendo Confesiones y La ciudad de Dios sus obras más destacadas.
- Debes vaciarte de aquello con lo que estás lleno, para que puedas ser llenado de aquello de lo que estás vacío.
- La verdad es como un león; no tienes que defenderlo. Deja que se pierda; se defenderá a sí mismo.
- Con el amor al prójimo, el pobre es rico; sin el amor al prójimo, el rico es pobre.
- Los que no quieren ser vencidos por la verdad, son vencidos por el error.
- El amor comienza con una sonrisa, crece con un beso y termina con una lágrima.
- Si está dentro de ti la raíz del amor, ninguna otra cosa sino el bien podrá salir de tal raíz.
- La medida del amor es amar sin medida.
- Equivocarse es humano, perseverar es diabólico.
- No salgas fuera de ti, quédate en ti mismo, en el interior del hombre habita la verdad.
- La soberbia no es grandeza, sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande, pero no está sano.
- Intenta adquirir las virtudes que crees que les faltan a tus hermanos. Entonces ya no verás sus defectos, porque ya no los tendrás.
- Nuestros propios vicios, si los pisoteamos, nos sirven para hacernos una escalera con que remontarnos a las alturas.
- Si la cosa creída es increíble, también es increíble que lo increíble pueda ser creído.
- No digas que el tiempo pasado fue mejor que el presente, las virtudes son las que hacen los buenos tiempos, y los vicios los que los vuelven malos.
- La pasión del amor no puede comprenderla quien no la siente.
- Qué otra cosa es la vida, sino un largo tormento?
- La virtud es el arte de vivir bien y con rectitud.
- No hay un vicio que sea tan contrario a la naturaleza que oscurezca toda huella de ésta.
- El malo es un malhechor de sí mismo.
- Dios siempre está tratando de darnos buenas cosas, pero nuestras manos están demasiado llenas para recibirlas.
- No es una ventaja estar cerca de la luz si los ojos están cerrados.
- La vida feliz no puede ser otra que la eterna, donde no hay muchos días felices, si no uno solo.
- A un hombre que es humano deberá aparecer poco el no excitar me aumentar las enemistades de los hombres hablando mal, si antes no procura extinguir las hablando bien.
- Haz lo que puedas y reza por lo que aún no puedes hacer.
- ¿A caso porque eres rico tienes dos estómagos que llenar?
- ¿Aspiro a grandes cosas? Comienza con las más pequeñas.
- Como el amor crece dentro de ti, la belleza crece. Porque el amor es la belleza del alma.
- El mundo es un libro, y los que no viajan leen solo una página.
- Hay algo en la humildad que extrañamente exalta el corazón.
- Ora como si todo dependiera de Dios. Trabaja como si todo dependiera de ti.
- La paciencia es el compañero de la sabiduría.
- Oh Señor, ayúdame a ser puro, pero todavía no.
- El que nos creó sin nuestra ayuda no nos salvará sin nuestro consentimiento.
- El propósito de todas las guerras… es la paz.
- No hay amor sin esperanza, ninguna esperanza sin amor, ni amor ni esperanza sin fe.
- Busca no comprender que puedes creer, pero cree que puedes entender.
- No hay santo sin pasado, no hay pecador sin futuro.
- Ama y dilo con tu vida.
- Dios no necesita tu dinero, pero los pobres sí. Tú dáselo a los pobres, y Dios lo recibirá.
- Ciertamente estamos en una clase común con las bestias; cada acción de la vida animal tiene que ver con buscar placer corporal y evitar el dolor.
- Dios provee el viento, el hombre debe levantar la vela.
- Si callas, calla por amor. Si hablas, habla por amor.
- La esperanza tiene dos adorables hijas, ira y valor.
- Antes de que Dios pueda liberarnos, debemos desengañarnos a nosotros mismos.
- Continúe aprendiendo, sigue caminando, sigue progresando: no te demores en el camino, no retrocedas, no te desvíes.
- Voluntad es agraciar como lo es el caballo para el jinete.
- Escucha el otro lado.
- Dios tuvo un hijo en la tierra sin pecado, pero nunca uno sin sufrimiento.
- Una cosa no es necesariamente cierta porque esté mal pronunciada, ni es falsa porque se hable magníficamente.
- El que está lleno de amor está lleno de Dios mismo.
- Nos hacemos una escalera de nuestros vicios si pisoteamos los propios vicios.
- Le pregunté a todo el mundo acerca de mi Dios; y él respondió: Yo no soy Él, pero Él me hizo.
- ¿Deseas levantarte? Comienza por descender. ¿Planeas una torre que perforará las nubes? Pon primero el fundamento de la humildad.
- La caridad no es un sustituto de la justicia retenida.
- El amor es la belleza del alma.
- No te encontré afuera, oh Señor, porque cometí el error de buscar fuera de ti a quien estaba dentro.
- Esta es la perfección de un hombre, descubrir sus propias imperfecciones.
- La abstinencia completa es más fácil que la moderación perfecta.
- El que está celoso no está enamorado.
- La confesión del mal funciona, es el primer comienzo de buenas obras.
- Tú nos has creado para ti, y nuestro corazón no está quieto hasta que descanse en Ti.
- Si crees lo que te gusta en los evangelios y rechazas lo que no te gusta, no es el evangelio en el que crees, sino en ti mismo.
- Las palabras impresas aquí son conceptos. Debes pasar por las experiencias.
- Ama y haz lo que amas.
- Fue el orgullo lo que cambió a los ángeles en demonios; es la humildad lo que hace a los hombres ángeles.
- Quiero que mi amigo me extrañe mientras yo lo extrañe.
- Cantar es orar dos veces.
- Dios nos ama a cada uno de nosotros como si solo hubiera uno de nosotros.
- La gente que permaneció victoriosa fue menos conquistadora que conquistada.
- El hábito, si no se resiste, pronto se convierte en necesidad.
- El castigo es justicia para los injustos.
- Porque Dios ama el ahorro, no la condenación, y por lo tanto, es paciente con las personas malas, para hacer buenas personas de las personas malas.
- Concede lo que mandas y luego ordena lo que quieras.
- Enamorarse de Dios es el romance más grande; buscarle la mayor aventura; para encontrarlo, el mayor logro humano.
- El perdón es la remisión de los pecados. Porque es por esto que lo que se ha perdido, y se encontró, se salva de perderse de nuevo.
- Descubre cuánto te ha dado Dios y de él toma lo que necesitas; el resto lo necesitan otros.
- Los milagros no son contrarios a la naturaleza, sino solo contrarios a lo que sabemos sobre la naturaleza.
- El que niega la existencia de Dios, tiene alguna razón para desear que Dios no existiera.
- No se le debe elogio al que simplemente cumple con su deber y nada más.
- Dos obras de misericordia liberan a una persona: perdona y serás perdonado, y da y recibirás.
- Hay lobos dentro, y hay ovejas fuera.
- El que es amable es libre, aunque sea un esclavo; el que es malo es un esclavo, aunque sea un rey.
- Abstenerse del pecado cuando uno ya no puede pecar, es ser abandonado por el pecado, no abandonarlo.
- Una vez trabajé duro por la libre voluntad del hombre, hasta que finalmente la gracia de Dios me venció.
- Debido a que Dios nos hizo para Sí mismo, nuestros corazones están inquietos hasta que descansen en Él.
- Aprende a bailar, así que cuando llegues al cielo los ángeles sabrán qué hacer contigo.
- Ordena tu alma; reduce tus deseos; vive en caridad; únete a la comunidad cristiana; obedece las leyes; confía en la Providencia.
- El mayor mal es el dolor físico.
- El deseo son tus oraciones; y si tu deseo es sin cesar, tu oración también será sin cesar. La continuación de tu anhelo es la continuación de tu oración.
- Somos demasiado débiles para descubrir la verdad por la sola razón.
- Cuando rezamos, vamos con Dios; cuando leemos, es Dios quién habla con nosotros.
- La fe es creer lo que no ves; la recompensa de esta fe es ver lo que crees.
- Lo que hayas amado quedará, el resto solo serán cenizas.
Más frases
MADRE TERESA DE CALCUTA |