Amicis, Edmundo De
(1846-1908) Escritor italiano.
autor de "La vida militar" (1868), "Novelas" (1872), "Recuerdos del 1870-1871" (1872), "Los amigos" (1883) y "Corazón" (1886)
autor de "La vida militar" (1868), "Novelas" (1872), "Recuerdos del 1870-1871" (1872), "Los amigos" (1883) y "Corazón" (1886)
- Las amistades son como los matrimonios: de cada diez, uno se hace por amor.
- No he de adornar con palabras superfluas una grandeza tan manifiesta.
- Me acordé del consejo de mi padre: ¿Has obrado mal? Pues pide perdón.
- No te reprendo, hijo mío. No te duermes por pereza, sino por cansancio.
- ¡Adiós! ¡Adiós para siempre, mi buena amiga, dulce y triste recuerdo de mi infancia
- Tengo valor para morir, pero no para sufrir en vano.
- No olvides este momento- añadió mi padre-, porque de los millares de manos que estreches en tu vida, tal vez no haya ni diez que valgan como la suya.
- Una casa sin libros es una casa sin dignidad.
- ¡Cómo se olvidan en esos momentos los sinsabores pasados!
- El que de pequeño respeta la bandera, sabrá defenderla cuando sea mayor.
- Eso es valor, Enrique, el valor del corazón que no razona ni vacila, y va derecho con los ojos cerrados a donde oye el grito de quien se muere.
- En los campos de batalla, un rayo; en los sentimientos, un niño; en los sufrimientos, un santo.
- Cuida de lo tuyo en vez de pensar en los demás, porque las cosas ligeras, si se descuidan pueden traer malas consecuencias.
- Y precisamente entonces le hizo usted un ademan con una mano, poniéndose la otra sobre el pecho, como diciéndole: "Confíe en mí".
- Pero pensaba en lo que me aconsejaba mi padre: "Si te ofenden, defiéndete; pero sin llegar nunca a pelearte".
- Pero no hay alegría duradera ante ciertos aspectos siniestros de la naturaleza.
- ¿Por qué, Enrique, no les volverás a ver? Esto depende de ti.
- El viaje se hacía interminable: mar y cielo, cielo y mar, hoy como ayer y mañana como hoy, siempre, eternamente.
- Tras veintinueve años de reinado que él había ilustrado y dignificado con su valor, con su lealtad, con su sangre fría en los peligros, con la prudencia en los triunfos y la constancia en la adversidad.
- Aquí tienes a este compañero de tu hijo, que no es solamente un buen muchacho, sino todo un gentil hombre
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