Antonio Machado y Ruiz (1875 – 1939) fue un destacado poeta y dramaturgo español
- Las palabras más profundas del hombre sabio nos enseñan lo mismo que el silbido del viento cuando sopla o el sonido del agua cuando fluye.
- Benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin, o conformidad con lo inepto, sino voluntad de bien.
- Tras el vivir y el soñar, está lo que más importa: el despertar.
- No te fíes de las palabras: En esta vida encontrarás a muchas personas que viven mal y hablan bien.
- Todo necio confunde valor y precio.
- Puestos a elegir entre la verdad y el placer de buscarla, elegiríamos lo segundo.
- En mi soledad he visto cosas muy claras que no son verdad.
- La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés.
- La primavera ha venido, nadie sabe cómo ha sido.
- Es propio de hombres de cabezas medianas embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza.
- El ojo que tú ves no es ojo porque tú lo veas, es ojo porque él te ve.
- Aprende a dudar y acabarás dudando de tu propia duda; de este modo premia Dios al escéptico y al creyente.
- Para dialogar, preguntad primero; después… escuchad.
- En el corazón tenía la espina de una pasión. Logré arrancármela un día: ya no siento el corazón.
- Por mucho que un hombre valga, nunca tendrá valor más alto que el de ser hombre.
- Solo un tonto piensa que el precio y el valor son los mismos.
- La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos.
- ¿Dices que nada se crea?, no te importe, con el barro de la tierra, haz una copa para que beba tu hermano.
- La alegría consiste en tener salud y la mollera vacía.
- Pensé que mi fuego estaba apagado, y revolví las cenizas… Me quemé los dedos.
- Toda incertidumbre es fructífera… siempre que vaya acompañada del deseo de comprender
- Ayudadme a comprender lo que os digo y os lo explicaré mejor.
- Entre vivir y soñar hay una tercera cosa. Adivínalo.
- Lo que el poeta está buscando no es el yo fundamental, sino el yo profundo.
- Converso con el hombre que siempre va conmigo. Quien habla solo, espera hablar con Dios un día.
- Jamás perdona el necio si ve la nuez vacía que dio a cascar al diente de la sabiduría.
- Peor que ver la realidad negra, es el no verla.
- ¿Para qué llamar caminos a los surcos del azar? Todo el que camina anda, como Jesús, sobre el mar.
- Después de la verdad nada hay tan bello como la ficción.
- Ni el pasado ha muerto ni está el mañana, ni el ayer escrito.
- Nadie puede arrojar luz sobre los vicios que no tiene o las aflicciones que ha experimentado.
- Todos nuestros esfuerzos deben tender hacia la luz.
- Es el mejor de los buenos quien sabe que en esta vida todo es cuestión de medida: un poco más, algo menos…
- En preguntar lo que sabes el tiempo no has de perder… Y a preguntas sin respuesta ¿quién te podrá responder?
- En el análisis psicológico de las grandes traiciones encontraréis siempre la mentecatez de Judas Iscariote.
- Tu verdad no; la verdad y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela.
- En política solo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire; jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela.
- Hay dos clases de hombres: los que viven hablando de las virtudes y los que se limitan a tenerlas.
- Poned atención: un corazón solitario no es un corazón.
- El único lenguaje viviente es el lenguaje en el que pensamos y tenemos nuestro ser.
- Si cada español hablase de lo que entiende, y de nada más, habría un gran silencio que podríamos aprovechar para el estudio.
- Juzgarnos o corregirnos supone aplicar la medida ajena al paño propio.
- Los que están siempre de vuelta de todo son los que nunca han ido a ninguna parte.
- La ausencia de vicios suma muy poco a la suma de las virtudes de uno.
- Despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien, importa más que el hacerlas.
- Enseña el Cristo: a tu prójimo amarás como a ti mismo, pero no olvides nunca que es otro.
- Cuatro cosas tiene el hombre que no sirven en el mar: ancla, timón y remos, y el miedo a naufragar.
- En España, de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa. Nunca extrañéis que un necio se descuerne luchando por la idea
- Moneda que está en la mano, tal vez se deba guardar. La monedita del alma se pierde si no se da.
- Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar.
- Mi filosofía es fundamentalmente triste, pero no soy un hombre triste, y no creo que entristezca a nadie más.
- El hombre es contradictorio. Esa es la esencia de lo específicamente humano.
- Nuestras horas son minutos cuando esperamos saber, y siglos cuando sabemos lo que se puede aprender.
- Debajo de todo lo que pensamos, vive todo lo que creemos, como el último velo de nuestros espíritus.
- Hay que llegar al final desnudo como los hijos de la mar.
- No intentes apresurar las cosas: para que la copa se acabe, primero debe llenarse.
- Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer.
- El manuscrito inédito es como un pecado no confeso que se infecta en el alma, corrompiéndolo y contaminándolo.
- La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras lo somos, la muerte no es, y cuando la muerte es, no lo somos.
- La pasión del hombre por la verdad es tal que dará la bienvenida al más amargo de todos los postulados siempre que le parezca cierto.
- Tenga cuidado con la comunidad en la que no existe la blasfemia: por debajo, el ateísmo es desenfrenado.
- Hoy es siempre todavía.
- Busca en tu espejo al otro.
- Aquellos que niegan la existencia de la verdad postulan la verdad de su negación y se contradicen a sí mismos.
- Virtud es la alegría que alivia el corazón más grave y desarruga el ceño de catón.
- Nadie debe asustarse de lo que piensa, aunque su pensar aparezca en pugna con las leyes más elementales de la lógica.
- Y en todas partes he visto…
- En la rueda más pequeña de nuestro razonamiento es posible que un puñado de preguntas rompa el banco de nuestras respuestas.
- Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura.
- De lo que llaman los hombres virtud, justicia y bondad, una mitad es envidia, y la otra no es caridad.
- Descubrí el secreto del mar meditando sobre una gota de rocío.
- No extrañéis, dulces amigos, que esté mi frente arrugada: yo vivo en paz con los hombres y en guerra con mis entrañas.
Charles Dickens |
FRASES DE BALTASAR GRACIAN |
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