Arthur Doyle (1859-1930) fue un médico y afamado escritor británico
- La vida es infinitamente más extraña que todo lo que la mente del hombre pueda inventar.
- Un hombre siempre le resulta difícil darse cuenta de por qué puede haber perdido el amor de una mujer, por mal que la haya tratado.
- He aprendido a nunca ridiculizar la opinión de cualquier hombre, por extraña que pueda parecer.
- La educación nunca termina, Watson. Se trata de una serie de lecciones, con el mayor de los finales.
- Cuando se ha eliminado todo lo que es imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad.
- Es un error capital teorizar antes de tener datos.
- Lo que un hombre puede inventar, otro lo puede descubrir.
- Nunca confíe en a las impresiones generales, muchacho, concéntrese en los detalles.
- Para una gran mente, nada es pequeño.
- Siempre hay algunos locos alrededor. Sería un mundo aburrido sin ellos.
- No podemos comandar nuestro amor, pero si nuestras acciones.
- Toda la vida es una gran cadena, la naturaleza nos muestra un enlace de ella cada vez.
- Yo nunca hago suposiciones. Es ese un hábito repugnante, que destruye la facultad de razonar.
- Confieso que he estado más ciego que un topo, pero más vale aprender tarde que no aprender nunca.
- No hay nada más engañoso que un hecho evidente.
- De todas las ruinas, la de una mente noble es el más deplorable.
- Mi vida transcurre en un largo esfuerzo para escapar de los lugares comunes de la existencia. Estos pequeños problemas me ayudan a hacerlo.
- La impresión de una mujer puede ser más valiosa que un análisis razonable.
- Lo inesperado ha ocurrido tantas veces en mi vida que ha dejado de merecer el nombre.
- Tan peligroso es quitarle su cachorro a un tigre como arrebatarle a una mujer una ilusión.
- Con frecuencia he ganado la comprensión real de la naturaleza de los padres mediante el estudio de los hijos.
- Los celos son un transformador extraño del carácter.
- Me aborrece la aburrida rutina de la existencia.
- El amor por los libros es uno de los regalos más escogidos de los dioses.
- Soy un cerebro, Watson. El resto de mi cuerpo es un mero apéndice.
- Usted ve, pero no observa.
- El mundo está lleno de cosas obvias que nadie por casualidad observa jamás.
- De todos los fantasmas, los fantasmas de nuestros antiguos amores son los peores.
- Soy un lector omnívoro con una memoria no volátil para menudencias extrañas.
- Cualquier cosa es mejor que el estancamiento.
- El futuro se encuentra con el Destino. El presente es nuestro ahora.
- Nunca me puedo resistir a un toque de lo dramático.
- La mediocridad no reconoce nada superior a sí misma; pero el talento reconoce al instante el genio.
- La principal prueba de la verdadera grandeza del hombre, reside en la percepción de su propia pequeñez.
- No sirve de nada alimentarse de esperanzas y después desengañarse.
- Ha sido durante mucho tiempo mi axioma que las pequeñas cosas son infinitamente lo más importante.
- Un cliente es para mí una simple unidad, un factor en el problema.
- Ningún hombre agobia su mente con problemas menores, a menos que tenga una muy buena razón para hacerlo.
- La prensa, Watson, es una institución muy valiosa, si sabe cómo utilizarla.
- La vida es infinitamente más inteligente y adaptable de lo que nadie había imaginado nunca.
- Toda la verdad es mejor que la duda indefinida.
- Hay una luz en los ojos de una mujer que habla más fuerte que las palabras.
- «Dicen que el genio es una capacidad infinita para tomar las medidas adecuadas», comentó con una sonrisa «Es una muy mala definición, pero se aplica a trabajo de investigación”.
- … Pero es mejor aprender la sabiduría tarde que no nunca aprenderla en absoluto.
- Las cualidades emocionales son antagónicas para despejar el razonamiento.
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