Santiago Ramón y Cajal (1852 – 1934) fue un ilustre neurocientífico y patólogo español especializado en neuroanatomía
- Nos quejamos de los amigos porque exigimos de ellos más de lo que pueden dar.
- Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro.
- Lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia.
- El arte de vivir mucho es resignarse a vivir poco a poco.
- Mientras el cerebro sea un misterio, el universo continuará siendo un misterio.
- Razonar y convencer, ¡qué difícil, largo y trabajoso! ¿Sugestionar? ¡Qué fácil, rápido y barato!
- La verdad es un ácido corrosivo que salpica casi siempre al que la maneja.
- Cosa corriente es que vanidosos y presuntuosos finjan poseer lo que desean.
- Las neuronas son como misteriosas mariposas del alma, cuyo batir de alas quién sabe si esclarecerá algún día el secreto de la vida mental.
- De todas las reacciones posibles ante una injuria, la más hábil y económica es el silencio.
- El hombre es un ser social cuya inteligencia exige para excitarse el rumor de la colmena.
- El estudioso es el que lleva a los demás a lo que él ha comprendido.
- Nada me inspira más veneración y asombro que un anciano que sabe cambiar de opinión.
- Es difícil ser buen amigo de los amigos, sin ser algo enemigo de la equidad.
- Nos quejamos de los amigos porque exigimos de ellos más de lo que pueden dar.
- Nada me inspira más veneración y asombro que un anciano que sabe cambiar de opinión.
- Al cavilar sobre las limitaciones del espíritu humano siéntese algo así como abatimientos de rey destronado, nostalgias y desfallecimientos de águila alicortada y prisionera.
- El anciano propende a enjuiciar el hoy con el criterio de ayer.
- La simpatía es muy frecuentemente un prejuicio sentimental basado en la idea de que la cara es el espejo del alma. Por desgracia, la cara es casi siempre una careta.
- A nadie cuesta más que a aquel que mucho desea.
- En el fondo de cada cabeza juvenil hay un perfecto anarquista y comunista.
- Hay un patriotismo infecundo y vano: El orientado hacia el pasado. Otro fuerte y activo: El orientado hacia el porvenir. Entre preparar un germen y dorar un esqueleto, ¿quién dudará?
- Apártate progresivamente, sin rupturas violentas del amigo para quien representas un medio en vez de ser un fin.
- La más ignorante y rústica de las mujeres puede engendrar un hombre de genio.
- Aún en las ciencias más perfectas nunca deja de encontrarse alguna doctrina exclusivamente mantenida por el principio de autoridad.
- Las ideas no duran mucho. Hay que hacer algo con ellas.
- Como hay talentos por el estudio, hay tontos entontecidos por desuso.
- Los débiles sucumben, no por débiles, sino por ignorar que lo son. Lo mismo sucede a las naciones.
- Lejos de abatirse el investigador novicio ante las grandes autoridades de la Ciencia, debe saber que su destino, por ley cruel, pero ineludible, es crecer un poco a costa de la reputación de las mismas.
- ¿No tienes enemigos? ¿Es que jamás dijiste la verdad o jamás amaste la justicia?
- Me enorgullezco de no haber figurado nunca entre la clientela especial de las corridas de toros.
- Evita los amigos y protectores ricos y necios. A poco que los trates, te verás convertido en su amanuense o en su lacayo.
- Afortunadamente, en la mayoría de los casos, la esposa acostúmbrase al marido, como éste se habitúa a la cerveza o el tabaco.
- Hay pocos lazos de amistad tan fuertes que no puedan ser cortados por un pelo de mujer.
- Me reservo el derecho a pensar de acuerdo con mis ideas actuales.
- La gloria, en verdad, no es otra cosa que un olvido aplazado.
- O se tienen muchas ideas y pocos amigos, o muchos amigos y pocas ideas.
- Hay un patriotismo infecundo y vano: el orientado hacia el pasado; otro fuerte y activo: el orientado hacia el porvenir.
- Sólo el médico y el dramaturgo gozan del raro privilegio de cobrar las desazones que nos dan.
- He aquí una evidencia que es también una norma; los únicos tónicos de la voluntad son la verdad y la justicia.
- En política todo necio es peligroso mientras n demuestre con hechos su inocuidad.
- La amistad repugna la pobreza y el dolor, como la planta la oscuridad y el aire enrarecido. Si deseas conservar amigos, ocúltales tus penurias y pesadumbres.
- La hermosura es una carta de recomendación escrita por Dios.
- Nada más radicalmente injusto que el padre de familia. Todo lo perdona con tal de favorecer a sus hijos.
- Los problemas que parecen pequeños son grandes problemas que aún no se entienden.
- La vanidad nos persigue hasta en el lecho de la muerte. La soportamos con entereza porque deseamos superar su terrible grandeza y cautivar la admiración de los espectadores.
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