“Más vale ser que parecer.”
🟫 “Más vale ser que parecer.”
📌 Este breve pero profundo refrán pone en evidencia una verdad atemporal: el valor auténtico de una persona no reside en las apariencias, sino en su esencia.
Vivimos en una sociedad que, muchas veces, valora más lo que se muestra que lo que realmente se es. Se premia la imagen, se exalta lo superficial y se admira lo que brilla por fuera, sin importar si hay sustancia dentro. En medio de este escenario, el refrán “Más vale ser que parecer” surge como una llamada a la autenticidad, a la coherencia entre lo que se dice, se muestra y se vive.
“Ser” implica tener una base sólida: valores, principios, acciones sinceras. Es actuar desde el interior, con convicción, sin necesidad de aprobación externa. “Parecer”, en cambio, es solo fachada. Es adoptar una postura, una imagen o una actitud con fines de aceptación o apariencia, muchas veces vacía o impostada.
Este refrán nos invita a reflexionar sobre la diferencia entre quienes hacen el bien por convicción y quienes lo hacen por conveniencia o por imagen. También aplica a las personas que aparentan felicidad, éxito o sabiduría, pero que en realidad viven desconectadas de su verdad interior.
Ser auténtico no siempre es fácil. Requiere valentía, porque implica mostrarse tal como uno es, con fortalezas y debilidades, sin máscaras. Pero esa autenticidad tiene un valor incalculable, porque genera confianza, respeto y una vida más coherente.
Quien "parece" pero no "es", vive atrapado en un papel, y ese desgaste termina cobrando factura. Por el contrario, quien realmente "es", no necesita validación constante. Su valor se sostiene solo, desde dentro, sin adornos ni poses.
👉 En conclusión, “Más vale ser que parecer” es un llamado a construir una vida auténtica, profunda y coherente. A elegir el camino del trabajo interior, del crecimiento real, de la integridad. Porque cuando uno es, no necesita parecer nada: lo que es, habla por sí mismo.
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