Platón(427 a. C. – 347 a. C.) fue un filósofo griego seguidor de seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles
- Un recipiente vacío hace el sonido más fuerte, por eso los que tienen un menor ingenio son los más grandes charlatanes.
- La muerte no es lo peor que le puede pasar a los hombres.
- Frío e insípido es el consuelo cuando no va envuelto en algún remedio.
- Así como los ojos están formados para la astronomía, los oídos lo están para percibir los movimientos de la armonía.
- El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos los caballos.
- Buscando el bien de nuestros semejantes, encontramos el nuestro.
- El tiempo es la imagen de la eternidad en movimiento.
- El hombre es un auriga que conduce un carro tirado por dos briosos caballos: el placer y el deber. El arte del auriga consiste en templar la fogosidad del corcel negro (placer) y acompasarlo con el blanco (deber) para correr sin perder el equilibrio.
- Teme a la vejez, pues nunca viene sola.
- Es necesario diferenciar las cosas: lo que siempre existe sin haber nacido, y lo que siempre está comenzando sin jamás llegar a ser.
- Hay que tener el valor de decir la verdad, sobre todo cuando se habla de la verdad.
- No dejes crecer la hierba en el camino de la amistad.
- La filosofía es un silencioso diálogo del alma consigo misma en torno al ser.
- El comportamiento humano se deriva de tres fuentes principales: el deseo, la emoción y el conocimiento.
- Al contacto del amor todo el mundo se vuelve poeta.
- Cuando una multitud ejerce la autoridad, es más cruel aún que los tiranos.
- La buena fe es el fundamento de toda sociedad, la perfidia es la peste.
- El objetivo de la educación es la virtud y el deseo de convertirse en un buen ciudadano.
- La burla y el ridículo son, entre todas las injurias, las que menos se perdonan.
- El amor consiste en sentir que el ser sagrado late dentro del ser querido.
- Son filósofos verdaderos aquellos a quienes gusta contemplar la verdad.
- El virtuoso se conforma con soñar lo que el pecador realiza en la vida.
- Donde reina el amor, sobran las leyes.
- Es el precio que los buenos hombres pagan por la indiferencia hacia los asuntos públicos que son gobernados por hombres malvados.
- El amor es una enfermedad mental grave.
- Todo lo que nace proviene necesariamente de una causa; pues sin causa nada puede tener origen.
- ¿Quién es, pues, el creador y padre de este Universo? Difícil es encontrarlo; y cuando se ha encontrado, imposible hacer que la multitud lo conozca.
- El más importante y principal negocio público es la buena educación de la juventud.
- Cada lágrima enseña a los mortales una verdad.
- El legislador no debe proponerse la felicidad de cierto orden de ciudadanos con exclusión de los demás, sino la felicidad de todos.
- Lo que no sé, tampoco creo saberlo.
- Los amigos se convierten con frecuencia en ladrones de nuestro tiempo.
- No hay hombre tan cobarde a quien el amor no haga valiente y transforme en héroe.
- Dos excesos deben evitarse en la educación de la juventud; demasiada severidad, y demasiada dulzura.
- La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo.
- Allí donde el mando es codiciado y disputado no puede haber buen gobierno ni reinará la concordia.
- Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo.
- Tres facultades hay en el hombre: la razón que esclarece y domina; el coraje o ánimo que actúa, y los sentidos que obedecen.
- La civilización es la victoria de la persuasión sobre la fuerza.
- Los espíritus vulgares no tienen destino.
- Lo que se mueve por sí mismo es inmortal.
- Los hombres viven celosos de la inmortalidad.
- El hombre embrutecido por la superstición es el más vil de los hombres.
- De virtud hay una especie, de maldad, muchas.
- No es en los hombres, sino en las cosas mismas, donde es preciso buscar la verdad.
- Podemos perdonar fácilmente a un niño que tiene miedo de la oscuridad; la verdadera tragedia de la vida es cuando los hombres tienen miedo de la luz.
- Si se espera que las mujeres hagan el mismo trabajo que los hombres, debemos enseñarles las mismas cosas.
- Los sabios hablan porque tienen algo que decir; los tontos porque tienen que decir algo.
- La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco.
- Todo es flujo, nada se queda quieto.
- Aprendiendo a morir se aprende a vivir mejor.
- Los muertos son los únicos que ven el final de la guerra.
- Si el semblante de la virtud pudiera verse, enamoraría a todos.
- En torno de la esencia está la morada de la ciencia.
- En todas las cosas, naturales y humanas, el origen es lo más excelso.
- La necesidad, es la madre de la invención.
- Nunca hay desanimar a nadie que continuamente hace progresos, no importa lo lento que vaya.
- La ignorancia es la raíz y el tronco de cada mal.
- Cualquier hombre puede fácilmente hacer daño, pero no todos los hombres pueden hacer el bien a otro.
- El hombre es un ser en busca de sentido.
- Palabras falsas no sólo son malas en sí mismas, sino que infectan el alma con el mal.
- El principio es la parte más importante del trabajo.
- Todo lo que sé es la medida de mi propia ignorancia.
- La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo.
- El hombre inteligente habla con autoridad cuando dirige su propia vida.
- La medida de un hombre es lo que hace con el poder.
- Si bien buscas, encontrarás.
- La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos.
- Debemos buscar para nuestros males otra causa que no sea Dios.
- El carácter es simplemente un hábito largo y continuado.
- Las buenas acciones nos dan fuerza a nosotros mismos e inspiran las buenas acciones de los demás.
- La escritura es la geometría del alma.
- Hay en cada uno de nosotros, incluso aquellos que parecen ser los más moderados, un tipo de deseo que es terrible, salvaje y sin ley.
- La mejor tumba es la más sencilla.
- De todos los animales, el niño es el más difícil de manejar.
- Todo lo que se llama estudiar y aprender no es otra cosa que recordar.
- La libertad está en ser dueños de la propia vida.
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ARENAL, CONCEPCIÓN |
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